Y fue precisamente una figura del baloncesto quién se convertiría en el sello e imagen de Converse durante los siguientes 50 años: Chuck Taylor, estrella de la época que siempre demostró su preferencia por estos zapatos deportivos y que no solo se convirtió en el embajador que llevó la imagen de Converse por todos los lados delmundo y de Estados Unidos hasta su muerte en 1969, sino que, incluso, desde 1923 los adoptó como suyos al aparecer un parche con su nombre y símbolo en el área del tobillo de los zapatos.